Gobierno y organizaciones planifican superar efectos de la pandemia a través de la agricultura familiar
Se elabora el Plan Nacional de Agricultura Familiar, propuesta que incluye facilidades impositivas, registros, gestión de mercados para el desarrollo de nuevos emprendimientos, entre otros. Se pretende beneficiar a más de 4 millones de unidades productivas familiares agrícolas.
Organizaciones productivas campesinas y el Gobierno preparan el Plan Nacional de Agricultura Familiar 2021-2025 que, entre otros, busca generar condiciones para que estos emprendimientos puedan salir de la crisis en la que se encuentran, producto de los efectos de la situación y económica causada por la pandemia.
La propuesta programática, que se encuentra en discusión, incluye la aplicación de un sistema diferenciado de registro y pago de impuestos; medidas que apoyen la comercialización y exportación de sus productos; así como criterios para que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), pueda certificar los productos de las unidades familiares y se permita su exportación, explicó la funcionaria de la Coordinadora de Interacción de Organizaciones Económicas Campesinas de Bolivia -CIOEC, Sandra Marca.
La agricultura familiar es la que se desarrolla en ambientes rurales, con estas características: El agricultor y su familia llevan adelante la producción. El agricultor es dueño de algunos o todos los medios de producción. La agricultura familiar ofrece una oportunidad única para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida, gestionar mejor los recursos naturales, proteger el medio ambiente y lograr un desarrollo sostenible, en especial en las zonas rurales.
Como efecto de la pandemia la paralización de la actividad productiva, se ha evidenciado en una serie de situaciones, la primera, que la baja productividad y competitividad de la producción familiar no ha logrado superar sus problemas desde hace 50 años; la segunda, que los gobiernos no le han dado importancia a un sector que prácticamente es el alimento de la población con los mercados populares o zonales, durante la pandemia y que los comercializadores le hacen un flaco favor a los productores; que carecen de tecnología y que requieren ser visibilizados para mejorar su situación, explicó.
El Censo Agropecuario 2013, ha evidenciado que en el país están operando unas 800 unidades productivas, de estas 700 mil son pequeñas unidades familiares, que alberga a más de 2 millones de personas en todo el país que están involucradas en esta economía familiar, que no es de micro o pequeño empresario, sino familiar. Y si a estos sumamos, los artesanos, metalmecánicos, trabajadores de la madera, unidades familiares de turismo y gastronomía, somos más de 4 millones de personas en todo el país que estamos tratando de sobrevivir a la crisis, dijo.
En casi su totalidad estos trabajadores de las unidades económicas familiares no cuentan con un seguro, no tienen aportes para la jubilación por tanto su seguridad para el largo plazo y su futuro para su jubilación está comprometida. Tras la pandemia, en varias zonas de La Paz, los productores de unidades familiares, que producen queso, verduras, hierbas medicinales entre otras, se han convertido en el referente para la adquisición de productos de la canasta familiar a precios muy competitivos con los mercados cercanos, según amas de casa de la zona Agua de la Vida, de la ciudad de La Paz, dónde cada viernes, el mercado vecinal se abre desde las 07:00 y cierra a horas 13:00.
Políticas incluidas en el PAF
El plan de la agricultura familiar, hasta el momento viene discutiendo la inclusión del criterio de voluntad política para que se incorpore un sistema tributario diferenciado, clasificado, dónde las unidades familiares no sólo aporten según su tamaño y situación, sino también se puedan beneficiar de contratos de comercialización de productos en las empresas del Estado.
Marca explicó que algunas de estas unidades económicas familiares, en municipios alejados, para ser parte del desayuno escolar tuvieron que sacar su NIT, inscribirse en Fundempresa, entre otros registrarse en su gobierno local, incurriendo en gastos altos, al cabo del proceso, por alguna situación no salieron seleccionados quedando ellos postrados con deudas, y problemas con el fisco porque no llegaron a cerrar su NIT a tiempo. En otros casos lograron ganar la licitación, pero sólo de una parte del desayuno, pero por efecto del Covid-19 prácticamente, enfrentan problemas porque se cancelaron los contratos, siendo muy afectados.
Ante tal situación se solicita un registro nacional de unidades familiares, dónde ellos puedan registrarse en una ventanilla única, sin que tengan que erogar como hoy lo hacen para ser parte de los procesos de licitación convocados por las entidades estatales, tanto nacionales, y subnacionacionales, dijo.
La agricultura de las unidades familiares, en muchos países se dio cuenta que pueden competir en el mercado, con sus productos desde casa, y se ha constituido en importantes aliados para encarar problemas económicos.