“Está bien difícil reconstruir esta vida”: llora una madre en busca de justicia para su hija víctima de agresión sexual
Una familia atraviesa un drama en busca de justicia. Una adolescente fue víctima en reiteradas ocasiones de agresión sexual y, ahora, su madre peregrina en la Fiscalía y juzgados en procura de una sentencia condenatoria en contra del autor, en un camino difícil en el cual, a pesar de sus esfuerzos, recientemente, un juez dictó detención domiciliaria a favor del acusado.
El caso data de 2018 y se registró en la ladera este de la ciudad de La Paz. La madre relató que entonces su vecino, que vive al frente al anaquel donde vende, le había pedido que su hija le ayude en su casa como niñera.
Por entonces, la mujer no tenía idea del abuso que estaba sufriendo su hija de parte de su vecino. Recordó con dolor que el día del cumpleaños 13 de la adolescente, ella llegó llorando a su casa sin dar explicación de lo que estaba ocurriendo.
Señaló que entonces su hija comenzó a cambiar y portarse “rebelde”, con consumo de bebidas y hasta intento de quitarse la vida. Incluso llegó a ser internada en un centro de readaptación para jóvenes.
En ese tiempo de unos dos años, la adolescente volvió a ser víctima. Esta vez de un estupro, cuyo autor fue identificado y enviado a la cárcel, indicó la madre.
Sin embargo, en los exámenes realizados a la adolescente en el caso del estupro, se evidenció que ella ya había sido víctima de abuso sexual con anterioridad.
La menor de edad tampoco quiso contar en ese momento qué le había ocurrido en el pasado. Después se sabría que estaba amenazada por su agresor.
Así, la madre estuvo por meses intentando saber qué ocurrió a su hija, hasta que, en una audiencia en el caso de estupro, la adolescente se quebró en llanto y estuvo lista para contarle a su madre.
Llegando a su casa, la joven relató a su mamá lo que le había ocurrido en 2018. Fue víctima de la agresión sexual en dos ocasiones. El autor, según le contó, era el vecino que le había pedido ayudar a cuidar a su bebé.
La madre quedó en shock con la revelación. Dijo que por tres días tuvo medio cuerpo paralizado. En su enojo decía que quería ser varón para agarrarse a puñetes con el agresor, pero no lo podía hacer.
Una vez recuperada, denunció el caso y encaró al agresor, al que se identificó con las iniciales de R.L.Q.M, de oficio profesor.
La mujer, en llanto, aseguró que el hombre le confesó el crimen: “Aquí está en mi mente, en mi corazón está lo que el señor ha dicho, que sí señora he cometido”.
Ella le recriminó. Le sorprendía que, siendo profesional, conociendo de derechos y teniendo hija, haya cometido semejante atrocidad. Él sólo atinó a pedir disculpas.
“Me he aguantado mil veces de darle con una piedra en la cabeza. pero he tenido que pensar bien, porque esta gente te calumnia fácil”, mencionó.
Con su denuncia, logró que el acusado sea remitido a la cárcel de San Pedro, donde se encuentra alrededor de medio año, pero recientemente un juez otorgó detención domiciliaria al sujeto, aunque debe cumplir algunas condiciones antes de concretarla.
La madre pidió entre sollozos que no se deje salir de la cárcel al imputado y que haya una sentencia condenatoria. Suplicó al presidente Luis Arce y al Ministro de Justicia a que intercedan en este caso.
Entretanto, el drama familiar continúa. La madre tiene temor de dejar a sus hijos solos y, encima, denunció que sufre hostigamiento de la familia del acusado, que la acusa con publicaciones en redes sociales y hasta intentó que le clausuren su tienda.
Dijo que la acusan de extorsión, cuando en realidad el sindicado le había ofrecido dinero para no denunciarlo, bajo el argumento de que no quería perder su trabajo y bienes.
Expresó su dolor de la situación que debe atravesar su hija. Considera que una sentencia para el acusado de incluso 30 años de cárcel no podrá enmendar el daño que se ha causado.
“Es bien difícil reconstruir esta vida, el ponerse en los zapatos de mi hija, es bien difícil ese trauma”, dijo la madre de familia que peregrina en oficinas de la Fiscalía y Policía aún en busca de justicia.
¿Qué dice la Fiscalía?
La fiscal Patricia Miranda confirmó que en una audiencia el Juez 5° en lo Penal dispuso la detención domiciliaria del acusado, a pesar de la objeción del Ministerio Público.
Aclaró, sin embargo, que se dictó medidas sustitutivas duras, como custodio policial, la fianza de 50 mil bolivianos, garantes y arraigo.
Explicó que el argumento para dictar la detención domiciliaria es que ya habían pasado más de los tres meses que había pedido la Fiscalía para la investigación y aún falta realizar la inspección técnica ocular y pericia.
La fiscal anunció que la próxima semana se completarán los actos investigativos, como la inspección ocular y la pericia psicológica. Argumentó que no se lo había hecho antes porque pretendían estabilizar emocionalmente a la víctima y no someterla a estos procedimientos de manera continua.
Agregó también que, debido a la detención domiciliaria concedida al acusado, se ha dispuesto que la familia denunciante ingrese al régimen de protección de víctimas.