Olor puede cambiar la forma en la percibimos los colores, sugiere nuevo experimento
Un nuevo estudio sugiere que el olor puede cambiar la forma en la que percibimos los colores. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool, la Universidad de York y la Universidad de Roehampton, encontró que las personas tendían a ajustar los controles deslizantes para que los parches de color se volvieran más cálidos en presencia de ciertos olores.
Los investigadores reclutaron a 24 adultos para participar en el estudio. Los participantes fueron colocados en una habitación oscura y se les pidió que ajustaran dos controles deslizantes para que un parche de color se volviera gris neutro. Los participantes olieron diferentes aromas, incluyendo caramelo, cereza, café, limón y menta.
Los investigadores encontraron que los participantes tendían a ajustar los controles deslizantes más allá del punto de gris neutro cuando percibían un olor en lugar de agua inodora. El olor parecía influir en la percepción del gris neutro por parte de los participantes, inclinando los colores hacia lo que podría describirse como sus correspondencias «olores-colores» respectivas.
Por ejemplo, cuando el aroma a café llenaba la habitación, los participantes parecían «ver» el gris con un matiz ligeramente marrón-rojizo. En cambio, el olor a caramelo los llevaba a ajustar el gris hacia un tono más amarillento.
Los investigadores creen que este fenómeno puede deberse a las asociaciones que hacemos entre los olores y los colores. Por ejemplo, el café se asocia a menudo con el color marrón, mientras que el caramelo se asocia a menudo con el color amarillo. Estas asociaciones pueden influir en la forma en que percibimos los colores cuando estamos expuestos a los olores correspondientes.
Los resultados del estudio tienen implicaciones para la forma en que entendemos la percepción sensorial. Sugieren que los sentidos están más interconectados de lo que se pensaba anteriormente. También tienen implicaciones para el diseño de productos y entornos, ya que sugieren que el uso de olores puede influir en la forma en que percibimos los colores.
Por ejemplo, un restaurante podría usar aromas como el limón o el menta para crear una sensación de frescura y limpieza. Un fabricante de alimentos podría usar aromas como el caramelo o el chocolate para hacer que sus productos sean más atractivos.
Los investigadores esperan que este estudio inspire más investigación sobre la forma en que los olores y los colores interactúan para influir en nuestra percepción.