La investigación del equipo de Natawidjaja reveló que Gunung Padang se construyó en etapas sofisticadas.

La capa más profunda está situada a 30 metros debajo de la superficie, y data de entre 25 000 y 14 000 a.C. En comparación, Stonehenge y las pirámides de Giza en Egipto datan de aproximadamente 3 000 a.C.

El sitio parece haber estado abandonado durante milenios antes de que se reanudara la construcción alrededor del 7 900 al 6 100 a.C. Durante este período, el montículo central se amplió con columnas de roca y suelos de grava. Se realizaron más mejoras entre 6 000 y 5 500 a.C., y algunas secciones más antiguas fueron enterradas o reconstruidas deliberadamente.

Los toques finales a la pirámide se aplicaron entre 2 000 y 1 100 a.C., con la adición de las terrazas de piedra visibles hoy. La artesanía de estos constructores posteriores sugiere un nivel de habilidad en albañilería que no suele asociarse con las culturas de cazadores-recolectores. 

La continua ocupación y modificación de Gunung Padang implica que ocupó un lugar importante en la vida de los pueblos antiguos. Sin embargo, quiénes fueron estos constructores y los propósitos detrás de sus monumentales esfuerzos siguen siendo un misterio.

Las investigaciones sísmicas han insinuado la existencia de cavidades y cámaras ocultas dentro de la ladera, algunas de las cuales son impresionantemente grandes. El equipo de investigación está ansioso por explorar más a fondo estos vacíos, utilizando potencialmente cámaras para observar la oscuridad prehistórica.

Este estudio es un testimonio del poder de integrar métodos arqueológicos, geológicos y geofísicos para descubrir las vastas y ocultas estructuras de nuestro pasado. A medida que avancen las excavaciones, Gunung Padang sólo ofrecerá un vistazo a las vidas de quienes le dieron forma.