Gobierno de Paz llega con giro radical en la política exterior

El Presidente electo tuvo reuniones con el gobierno de Trump y entidades multilaterales

WASHINGTON. El presidente electo Rodrigo Paz (i) y el secretario de Estado de EEUU, 

El presidente electo Rodrigo Paz avanza en la reanudación de las relaciones con Estados Unidos, rotas desde 2008 durante el gobierno de Evo Morales, y pone fin al estrecho vínculo que el país mantuvo con los países del socialismo del siglo 21.

Desde su campaña electoral, Paz prometió que reinsertaría al país en el ámbito internacional y estos días avanzó hacia ese propósito.

Este acercamiento empieza a cerrar el ciclo de la denominada “diplomacia de los pueblos” que impuso el gobierno saliente del MAS en sus casi 20 años en el poder, y Bolivia da un giro de 180 grados al proyectar que su primer ajuste diplomático es el restablecimiento de embajadores entre ambos países entre Bolivia y Estados Unidos.

El presidente Paz, desde la capital estadounidense, destacó los avances logrados con la Casa Blanca, mismos que están directamente vinculados a frenar la crisis por combustibles y dólares.

“Nos hemos reunido con instituciones de muy alto nivel para resolver las cosas inmediatas, una es combustible y ahí quiero dar una buena noticia: ya hay gasolina y diésel, estamos resolviendo el tema de logística que corresponde al ámbito de empresas que puedan llegar con este producto de Bolivia”, aseguró el jefe de Estado boliviano.

Entre dichos encuentros están las reuniones por separado que tuvo Paz con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, uno de los hombres fuertes del gobierno de Trump.

Si bien, Rubio no emitió declaraciones personales de la reunión con el jefe de Estado boliviano, el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Pigott, destacó en un comunicado el interés y compromiso de Washington de lograr una sólida asociación con Bolivia basada en la prosperidad mutua.

Pigott informó que Rubio y Paz “dialogaron sobre las medidas para ampliar y profundizar la relación entre Estados Unidos y Bolivia en beneficio de los ciudadanos de ambas naciones”.

El otro encuentro de alto nivel que sostuvo Paz fue con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, quien subió a sus redes sociales parte de la visita del presidente electo de Bolivia a Estados Unidos. La autoridad destacó el acercamiento y prácticamente dio por hecho una pronta apertura plena de relaciones diplomáticas entre Washington y La Paz.

“Mantuvimos una excelente conversación sobre cómo nuestros países pueden retomar su larga cooperación y amistad tras 20 años de distanciamiento. ¡Viva Bolivia! ¡Viva Estados Unidos!”, dijo Landau.

Un día después, la oficina del Presidente electo sostuvo este sábado que el encuentro con altos personeros de Estados Unidos supone el inicio de una “nueva etapa” en la relación bilateral entre ambos países.

“El encuentro marca el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre ambos países, orientada a fortalecer el diálogo, la cooperación y el entendimiento mutuo, en beneficio de los pueblos de Bolivia y de los Estados Unidos”, señala la nota.

Están junto con Paz en Washington José Luis Lupo, exministro; Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB); Mauricio Medinaceli, exministro de Hidrocarburos; y Yussef Akly, exdirector de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía, y exgerente de YPFB Andina.

Paz tomará juramento el próximo 8 de noviembre.

RUPTURA

Las relaciones con EE.UU. se mantienen a nivel de encargados de Negocios desde que en 2008 el entonces presidente Evo Morales expulsó de Bolivia al entonces embajador estadounidense Philip Goldberg. Morales (2006-2019) echó a Goldberg y también a las agencias estadounidenses de cooperación y antidrogas, acusándoles de una supuesta conspiración contra su Gobierno, algo que la Casa Blanca siempre negó.

Primeras posibles salidas a la crisis

El acercamiento del gobierno boliviano con Washington es clave en la estrategia del presidente Paz ya que, según su postura, la Casa Blanca puede impulsar a que entidades multilaterales como el FMI, el BID, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento (CAF) brinden un inmediato salvataje a Bolivia para salir de la crisis energética y de dólares. Todo está relacionado.

“Hemos tratado con el gobierno americano que tiene esa relación con estas instituciones multilaterales para que el dólar que tanto se necesita en Bolivia pueda llegar a Bolivia. Así que las gestiones las estamos haciendo”, dijo Paz, satisfecho con los logros de su estrategia.

En esa línea, tras la reunión que Paz sostuvo con el presidente del BID, Ilan Goldfajn, el ejecutivo de esta entidad anunció que se acordó un plan de tres etapas con Bolivia.

“Transición a corto plazo, estabilización con protección social, y reformas para el crecimiento sostenido. Cuente con el Grupo BID para construir un futuro más próspero para Bolivia”, escribió el ejecutivo Goldfajn, en sus redes sociales.

Similar apertura fue expresada por el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) Nigel Clarke, quien a nombre del FMI, comprometió su respaldo.

“El FMI está dispuesto a apoyar a Bolivia para que aproveche la oportunidad de impulsar reformas económicas en beneficio del pueblo boliviano”, dice parte de una publicación de Clarke en su cuenta de X.

El gobernante Partido Demócrata Cristiano (PDC), a través de un comunicado, avisó que Paz también se reunió con el BM y empresarios de distintos rubros.

El fin del vínculo con los gobiernos de izquierda

En los casi 20 años del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el poder, Bolivia tuvo como principales aliados a Venezuela, Cuba y Nicaragua, cuyos líderes ejercieron una influencia directa en la economía y la política del país.

Su legado incluye un modelo económico extractivista basado en los hidrocarburos, que generó estabilidad inicial pero luego entró en crisis debido a la caída del precio del gas y la incapacidad del MAS para diversificar la economía, lo que a su vez provocó hartazgo social.

Tras este giro anunciado por Paz, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), un bloque de gobiernos de izquierda creado por Hugo Chávez y Fidel Castro, expulsó a Bolivia de su seno por su “conducta antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista”, atribuida al Presidente electo.

Paz anunció que ninguna de las dictaduras regionales (Venezuela, Cuba y Nicaragua), las tres integrantes del ALBA junto a varias islas del Caribe, estaba invitada a su juramentación.

Sobre los vínculos de Bolivia con países como Irán, China y Rusia, Paz aclaró que respetará los acuerdos existentes, pero subrayó que su prioridad es América, agregando que enviará agregados comerciales y buscará atraer negocios, más que establecer vida diplomática tradicional.

Trump y su interés por Sudamérica

Donald Trump mostró de varias formas que pasó a darle una atención especial a Sudamérica en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.

Entre sus acciones recientes destacan un despliegue militar en el sur del Caribe y ataques a embarcaciones que supuestamente transportan drogas frente a Venezuela y Colombia, así como aranceles del 50% a productos brasileños, en un pulso político-comercial con el expresidente Jair Bolsonaro.

En Argentina, Trump otorgó un auxilio de $us 20.000 millones al gobierno de Javier Milei antes de las elecciones legislativas, buscando fortalecer aliados ideológicos en la región. “Nos estamos centrando mucho en Sudamérica y estamos consiguiendo un fuerte control en la región”, dijo el mandatario, mientras reafirma su interés por alinear a los países sudamericanos con su gobierno.