Urenda se declara avergonzado y pide disculpas a Anabel Angus
En un comunicado, el acusado admite que difamó a la modelo y presentadora. Dice que está arrepentido y extiende sus disculpas a las mujeres a las que ofendió.
Mediante un comunicado, Eduardo Urenda Aguilera pidió disculpas públicas a la presentadora de televisión Anabel Angus, quien lo denunció por acoso sexual y extorsión. El empresario cruceño se declaró avergonzado por su “errático comportamiento” y extendió sus excusas a todas las mujeres a las que ofendió.
“Quiero pedir disculpas por los daños ocasionados a ella (Anabel Angus), a su esposo, su familia y amigos. Esto de ninguna manera justifica mis acciones, de las cuales estoy profundamente avergonzado y arrepentido”, escribió Urenda.
“Errático” comportamiento
El acuerdo conciliatorio planteado por los abogados de la modelo y el empresario al que demandó incluye una retractación pública para “limpiar el honor y dignidad” de la afectada. Angus aclaró que no pidió dinero.
“Con dinero no se curan las noches de insomnio, miedo e impotencia. Lo único que estoy pidiendo para desistir de la denuncia es que se restaure mi honor y se me den las garantías para volver a sentirme segura”, sostuvo el lunes la modelo.
Horas después, Urenda publicó su comunicado: “Empezaré disculpándome con la señora Anabel Angus de Antelo, quien es una dama boliviana muy querida, respetada y con impecable reputación, así también con toda mujer a la que mi errática actitud hubiera afectado o mellado de algún modo”, dice el documento.
Admite que difamó a Anabel Angus sin conocerla personalmente. “Reconozco que he cometido un error insalvable que ha generado mucho daño y malestar sobre todo a la señora Anabel Angus, a quien no conozco personalmente y con quien nunca tomé contacto alguno”.
La acusación, la admisión
Eduardo Urenda Aguilera, proveniente de una familia de recursos cruceña, es banquero y empresario. Su nombre salió a la palestra después de la denuncia que interpuso en su contra Anabel Angus por los delitos de acoso sexual y extorsión.
“Me estuvo escribiendo desde abril y, como no lo conozco ni lo sigo (en las redes), estos mensajes no me llegaban a la bandeja principal; por lo tanto, no los veía hasta ese día 9 de septiembre que leí todo lo que este señor había escrito”, escribió Angus en sus redes sociales hace una semana cuando presentó la denuncia a la Felcv.
La reconocida modelo reveló también que en sus mensajes Urenda le pedía pagos de una supuesta deuda y la amenazaba con mandarle a sus abogados. “Por eso he decido romper el silencio y he tomado valor para contarles que acabo de sentar una denuncia formal en contra de esta persona. Decidí no callar y denunciar el acoso y extorsión de los cuales me siento víctima”, explicó Anabel.
El empresario, en su disculpa pública, aclara que ni Anabel Angus ni sus abogados ni su familia le pidieron compensación económica a pesar de lo que califica como su “tremendo error”.
“Es necesario aclarar que, si bien realicé reclamos públicos difamando a la señora Anabel Angus, nunca deposité dinero, ni a ella ni a su esposo. Fui estafado por terceras personas y tomaré cartas legales en ese asunto para esclarecer y encontrar responsables”, sostiene su comunicado.
“No se repetirá”
La modelo en su denuncia también había pedido garantías para su seguridad. “Mi errático comportamiento no se repetirá con la señora Anabel Angus, a quien me comprometo brindarle todas las garantías como lo demande la ley, para asegurarle de que mi persona no es ni será jamás un peligro, así también la tranquilidad de no volver a molestarla por ningún tipo de medio”, dijo Urenda.
El empresario, además, se disculpó con todas las mujeres a las que ofendió. “Asimismo debo extender mis disculpas a todas las mujeres que se hayan sentido ofendidas por mi comportamiento, pues ninguna mujer debe pasar por una situación similar”, sostiene el documento publicado hoy en los medios de comunicación. Y remata: “Errar es de humanos y perdonar es divino”.
Anabel contó que no fue fácil revivir una y otra vez el acoso. “He tenido que pasar por la dolorosa incomodidad de declarar más de ocho veces a personas distintas, leer los mensajes denigrantes que recibí una y otra vez, volver a escuchar los audios de acoso que me enviaron”, sostuvo y se solidarizó con las mujeres que denuncian abuso.
“Cuando cualquier tipo de acoso se naturaliza como sociedad, nos convertimos en cómplices de un futuro que ninguno queremos para nuestros hijos”, recalcó.
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