Descubren en Perú los restos de una colosal ballena que vivió hace 39 millones de años
Un emocionante hallazgo ha puesto al mar peruano nuevamente en el centro de la atención científica mundial. Investigadores han descubierto los restos fósiles de una antigua ballena que habitó el océano hace aproximadamente 39 millones de años durante el periodo del Eoceno. El esqueleto pertenece a una especie llamada Perucetus colossus y podría haber sido el animal más pesado que haya existido en la Tierra, incluso superando a la majestuosa ballena azul.
Hasta hace poco, se creía que la ballena azul (Balaenoptera musculus) ostentaba el título del animal más pesado de todos los tiempos. Sin embargo, los restos de Perucetus colossus sugieren que esta antigua ballena pudo haber sido aún más grande que su contraparte moderna. La ballena azul, que alcanza alrededor de 24 metros de longitud y pesa aproximadamente 150,000 kilos, queda en segundo lugar ante las impresionantes dimensiones que este antiguo cetáceo podría haber tenido.
El equipo de paleontólogos, dirigido por el investigador Giovanni Bianucci de la Universidad de Pisa en Italia, utilizó la fracción esquelética para estimar la masa corporal de Perucetus colossus. Los cálculos indican que este antiguo animal pudo haber pesado entre 85 y 340 toneladas, superando ampliamente a la ballena azul más grande jamás medida, que alcanzó las 199 toneladas.
Este descubrimiento sorprendente cuestiona lo que se conocía sobre los límites del tamaño y la masa de los vertebrados. Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo qué factores determinan el tamaño máximo de los animales, y en el caso de los cetáceos, la flotabilidad en el agua juega un papel fundamental para el crecimiento. Sin embargo, P. colossus desafía los estudios anteriores, que se basaron en animales más pequeños, y muestra que las ballenas podrían haber alcanzado tamaños aún mayores de lo que se creía posible.
Los restos parciales de Perucetus colossus fueron encontrados en el sur de Perú y pertenecen a un grupo de los primeros cetáceos completamente acuáticos conocidos como basilosáuridos. El análisis detallado sugiere que el espécimen no estaba completamente desarrollado en el momento de su muerte.
Este descubrimiento arroja luz sobre la asombrosa diversidad y misterios que aún alberga el océano y su pasado prehistórico. El mar peruano sigue siendo un importante yacimiento de fósiles, lo que reafirma la importancia de seguir investigando y conservando esta riqueza biológica única en el mundo. Los hallazgos como el de Perucetus colossus contribuyen a ampliar nuestra comprensión de la evolución y el pasado de la vida en la Tierra.