Próximo supercontinente podría extinguir gran parte de los mamíferos

Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience plantea que la futura formación de un supercontinente podría poner en riesgo la supervivencia de los mamíferos.

Los científicos utilizaron modelos predictivos para evaluar cómo serían las condiciones climáticas en el futuro supercontinente y si serían adecuadas para la vida de los mamíferos.

Los resultados arrojaron resultados preocupantes. Debido al aumento del calentamiento de la superficie terrestre por la intensificación de la radiación solar, el incremento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera y la fusión de continentes, se espera que en Pangea Última, dentro de 250 millones de años, el clima sea marcadamente continental y prácticamente inhóspito para los mamíferos.

De acuerdo con los resultados, la concentración media a largo plazo de dióxido de carbono se situaría en alrededor de 621 ppm (partes por millón). Esto tendría un impacto directo en la habitabilidad de la Tierra, ya que con una concentración de CO2 de 556 ppm, solo el 16% de la superficie terrestre estaría habitada, y con 1120 ppm, apenas el 8%.

Los modelos predicen que este escenario ocurrirá en Pangea Última. Si hay menos agua dulce en las regiones interiores, los bosques podrían secarse, lo que liberaría más CO2. En el peor de los casos, las temperaturas promedio en Pangea Última alcanzarían los 46.5°C al mes, lo que sería letal para la mayoría de los mamíferos.

Algunos roedores nocturnos podrían sobrevivir, así como mamíferos migratorios especializados. Sin embargo, desiertos cubrirían Pangea Última, dificultando la migración. Aunque la adaptación evolutiva es posible, estudios recientes indican que los límites de tolerancia al calor de los mamíferos no han cambiado con el tiempo.

Los científicos destacaron la importancia de varios factores en la habitabilidad de los planetas, incluyendo la continentalidad, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y el valor de la constante solar.

Este estudio es un recordatorio de que la formación de un supercontinente podría tener un impacto devastador en la vida en la Tierra.