Ola de Violencia Asola Yapacaní: Dos Asesinatos, Un Secuestro y Un Sicariato en 8 Meses

Una serie de crímenes aterradores ha sacudido a la tranquila comunidad de Yapacaní, dejando a sus habitantes en estado de shock y temor constante. En tan solo ocho meses, esta localidad ha sido testigo de dos asesinatos brutales, un secuestro impactante y un caso de sicariato, revelando una escalada alarmante de violencia en la región.

El último episodio de esta ola de violencia ocurrió el pasado 15 de agosto, cuando el cuerpo sin vida de un hombre de nacionalidad colombiana, Yulio Belarmino Mendoza Peralta, de 24 años, fue descubierto a un costado de la carretera en el municipio de Yapacaní. Envuelto en una bolsa de plástico y sellado con cinta masquin, el cadáver presentaba una herida mortal por arma de fuego en el pecho. Las autoridades policiales están actualmente investigando las circunstancias detrás de este perturbador hallazgo.

Este incidente se suma a una serie de crímenes previos que han aterrorizado a la comunidad. En febrero, los habitantes quedaron conmocionados cuando se encontró el cuerpo sin vida de Margarita Sánchez Baltazar, una mujer que había sido abandonada y desnuda en un vehículo a un costado de la carretera. Las investigaciones posteriores revelaron que su propio hijo de 18 años había sido el responsable de su trágico asesinato, disparándole en la cabeza.

La violencia no se detuvo ahí. En abril, una mujer logró escapar milagrosamente de un intento de asesinato en la puerta de su domicilio. Tres hombres, dos de nacionalidad peruana y uno boliviano, fueron arrestados en relación con el ataque, siendo acusados no solo de la tentativa de asesinato, sino también de porte y portación de armas y asociación delictuosa.

En otro escalofriante episodio, en mayo, un hombre de 43 años fue secuestrado en Yapacaní, y sus captores exigieron un rescate de $us 1 millón para su liberación. Una fotografía fue enviada a la familia, mostrando a la víctima atada a un árbol con un arma apuntándole a la cabeza. Después de trece días de cautiverio, finalmente fue liberado en el departamento de Beni. Las investigaciones sugieren que el móvil detrás de este secuestro podría estar relacionado con una deuda por drogas, que presuntamente se distribuía en Paraguay.

La comunidad de Yapacaní vive ahora en un estado de constante inquietud, mientras las autoridades luchan por comprender las razones detrás de esta ola de crímenes violentos. Múltiples hipótesis están siendo consideradas en el proceso de investigación, pero lo que queda claro es que se necesita una acción rápida y decisiva para garantizar la seguridad de la población y llevar a los responsables ante la justicia.